La convivencia escolar y el bienestar colectivo son algunos de los principales desafíos de las comunidades educativas en su conjunto. Para conocer nuevas herramientas y conversar sobre esta temática, te invitamos a repasar las ideas nuestro último seminario virtual.
Actualmente, existe una necesitad de generar un bienestar colectivo en la comunidad educativa. Sin embargo, este debe construirse de manera estructural y sistémica, para que sea perdurable en el tiempo. Para lograr este objetivo debemos ir más allá de la satisfacción inmediata, ir a las bases que sostienen este malestar o facilitan el bienestar.
Este fue el planteamiento base que Héctor Opazo Muñoz, especialista en convivencia escolar y psicología educacional, presentó en el seminario virtual “Convivencia escolar: estrategias de participación y cuidado para el bienestar colectivo”, que estuvo enfocado en entregar herramientas conceptuales para promover la convivencia escolar y el bienestar colectivo.
La clave para avanzar en una mejora en la convivencia escolar y el bienestar de la comunidad educativa es comprender que el trabajo para llegar a esta meta debe ser colectivo y que las problemáticas como la salud mental, la violencia en las escuelas y la exclusión escolar deben ser vistas de manera colectiva e intersectorial, ya que responden a un sujeto inserto en un contexto, del cual participan diferentes entidades de la sociedad.
Por ejemplo, el fenómeno de la violencia escolar va más allá de la escuela, por lo cual se debe involucrar a los estamentos que apunten a este fenómeno: como la salud, el desarrollo social, la cultura y la educación, entre otros.
En este punto, el especialista destacó que “reconocer es una palabra clave cuando empezamos a trabajar en este campo de acción, porque no solo implica ver una situación de malestar, sino también acogerla y hacerla parte de la comunidad”.
De esta manera, el malestar se vuelve real y es posible abordarlo con la comunidad, con el fin de cultivar una cultura de paz, para aprender a convivir en sociedad y así construir una buena convivencia.
Convivencia y bienestar
De acuerdo con Héctor, la convivencia escolar debe ser inclusiva, democrática y hacia la paz duradera. Esta paz no es permanente, por ende, se debe construir día a día y hacerla perdurar lo más posible. Además, es considerada como un proceso social, que se forma a partir de las interacciones cotidianas entre las personas, lo que la convierte en una “vivencia compartida” en el encuentro y diálogo entre las personas.
Por otra parte, el bienestar colectivo se genera en función de las relaciones entre personas y los grupos y para propiciar este bienestar se requiere reconocer experiencias y subjetividades de personas que comparten momentos y contextos determinados, como en este caso es la escuela.
Para lograr la mejora en estos dos ámbitos, Opazo describe cinco pasos basados en sustentos teóricos aplicables a los contextos escolares, a partir de los cuales ejemplifica situaciones recurrentes en los establecimientos. A continuación, te contamos cuáles son estas herramientas.
Cinco herramientas conceptuales para la gestión de la convivencia escolar
Estas nos permitirán abordar el fenómeno de la convivencia escolar, promoviendo la participación y cuidado de equipo:
- Modelo social ecológico: cuando se habla de modelo ecológico se refiere a que un determinado suceso se explica a través de los factores que además están interrelacionados. Es decir, necesitamos conocer estos factores de forma individual y reflexionar acerca de su relación,ya sean culturales, de aula, escolares, etc. Por otra parte, si lo vemos desde el ámbito emocional, precisamos ir más allá de lo individual: comprenderlo desde la dimensión colectiva para reconocer la emocionalidad y las características de toda mi escuela.
- Modelo de escuela total: este nos facilita observar dónde estamos enfocando nuestros esfuerzos. La evidencia demuestra que las escuelas tratan las problemáticas de manera individual, lo que implica muchos recursos y tiempo para atender a una sola necesidad. Este proceder no debe desecharse, sino que además debemos orientarnos hacia una promoción universal, incluir prácticas que sean para todos. Una de las claves para lograrlo es generar espacios para la transformación de prácticas pedagógicas y de gestión, trabajar colectivamente para sostener los cambios positivos en el tiempo.
- Ejes de mejora de la convivencia escolar y bienestar colectivo: este punto nos invita cuestionarnos los métodos que aplicamos en nuestro establecimiento para generar mejoras. ¿Trabajamos de forma individual o colectiva? No debemos quedarnos solo en lo individual, sino que hay transitar entre estos dos ejes para obtener resultados duraderos.
- Comprensión de las prácticas: debemos comprender las políticas, la cultura, los principios y valores que sostienen las prácticas que aplicamos en nuestras escuelas. Requerimos conocer la raíz de estas para modificar aquellas que puedan provocar episodios negativos.
- Adaptación de la escalera de participación: es necesario involucrar a las y los miembros de nuestras comunidades educativas en la construcción de estrategias para los desafíos que hoy tenemos en torno a la convivencia escolar y el bienestar colectivo, de este modo llegaremos a todas y todos, propiciando un espacio más saludable y con efectos a largo plazo.
Esta presentación se dio en el marco del seminario organizado por la Red de Escuelas Líderes (REL) el pasado 18 de octubre, titulado “Convivencia escolar: estrategias de participación y cuidado para el bienestar colectivo”, que educarchile transmitió como mediapartner.Te invitamos a revivir la experiencia virtual, por medio de la cual podrás fortalecer tus conocimientos respecto al tema y conocer algunas de las preguntas de quienes se conectaron a este evento.
Mira aquí el video:
