En tiempos de incertidumbre como los que estamos viviendo, los docentes y educadores ven cómo nuevos estresores se aparecen en medio de sus clases a distancia. ¿Cuáles son las señales del estrés, cómo prevenir que se intensifique y qué hacer para seguir disfrutando la labor educativa? ¡Aquí te entregamos una serie de recomendaciones ante el estrés docente!
En tiempos de pandemia, el desafío de impartir clases a distancia genera múltiples emociones en los docentes y educadores. Planificar actividades de aprendizaje, subirlas a una plataforma virtual, evaluar a los estudiantes, mantener el contacto con los apoderados a través de Whatsapp o correo electrónico mientras se ocupan de las tareas del hogar, sin duda es una gran prueba.
Si a esto se suma el cuidado de hijos pequeños que requieren de ayuda para realizar sus propias actividades de aprendizaje, vivir en una zona en cuarentena prolongada sin contar con espacios de recreación al aire libre o bien tener que permanecer solo por mucho tiempo, la exigencia es mayor. Otro factor que puede estar tensionando tus emociones es el temor o rabia ante la misma pandemia, por ejemplo, frente al aumento de personas contagiadas y a la propagación del virus en tu región; la pérdida del trabajo de un familiar cercano; o la enfermedad de un ser querido.
"Algo importante que está ocurriendo en este tiempo de cuarentena tiene que ver con la sensación de sentirnos amenazados e inseguros y esto automáticamente aumenta los niveles de estrés, porque estamos en un contexto incierto. Los educadores no saben cuándo volverán los niños a las escuelas y cuáles serán los protocolos que tendrán que implementar, tampoco cuando se acabará la cuarentena; en algunos casos miembros de sus familias han perdido el trabajo o se han contagiado. Entonces, es totalmente esperado experimentar a nivel emocional ansiedad, angustia o miedo. Estas son respuestas naturales frente escenarios amenazantes y poco predecibles".
Nuevos estresores
Durante este periodo de educación a distancia con y sin Internet, puedes estar sintiendo frustración porque tus estudiantes no están respondiendo como quisieras a las actividades de aprendizaje. En ese sentido, es importante considerar que no todos se encuentran en la misma situación ni disponen de iguales condiciones, por lo mismo, te sugerimos no presionarlos excesivamente por el cumplimiento de las tareas escolares.
“Recomiendo que definan claramente con sus estudiantes la periodicidad del envío de actividades, la forma de retroalimentarlos y la manera en que los evaluarán, ya que es posible que si los alumnos no reciben comentarios de lo que realizan, puedan desmotivarse fácilmente. Asimismo, es importante procurar que en cada comunicación que sostengan con los estudiantes les transmitan tranquilidad, motivación y apoyo constante en el proceso educativo, ya que la figura docente es altamente significativa para ellos”, indica Libertad Manzo, psicóloga educacional y clínica infanto- juvenil de educarchile.
Por otro lado, cuando los profesores imparten clases por videoconferencia, deben decodificar y procesar las señales no verbales de sus estudiantes (postura corporal, expresiones faciales, micro gestos, tono de voz, tono muscular, etc.), lo que antes hacían naturalmente en el aula y que ahora deben interpretar a través de la pantalla.
“Los docentes pueden estar experimentando cansancio producto de tener que prestar más atención a las señales no verbales a través de la pantalla. Habitualmente, cuando estamos juntos de forma presencial, nuestro cuerpo resuena con el cuerpo del otro, se sintonizan y ocurre una lectura automática de las señales no verbales y este proceso se está viendo muy interferido”, explica la psicóloga clínica Leila Jorquera, Magister en Salud Mental Infantil.
Bajo este contexto, es muy importante ser consciente de las emociones que estás sintiendo para gestionarlas, ocupándote activamente de ellas.
Señales del estrés
“Cuando estamos estresados se alteran procesos fisiológicos como los ritmos de sueño o de la ingesta de comida), y el nivel de actividad también se ve afectado. Algunas personas reportan sentirse más lentas, demorarse más tiempo para hacer actividades habituales o con menos energía, y a otras personas les pasa que experimentan un aumento de la energía y están buscando cosas para hacer en casa, ya que les cuesta estar tranquilos sin nada que hacer”, afirma Leila Jorquera.
A nivel mental, la especialista asegura que el estrés se puede manifestar en dificultad de concentración, pensamientos recurrentes relacionados con algún tema en particular (no poder parar de pensar), tener pensamientos negativos acerca del futuro, sentir que nos toma más tiempo preparar un material de trabajo y/o dificultad para resolver problemas. “Cuando estamos estresados inevitablemente se afectan procesos cognitivos, ya que para poder pensar necesitamos sentirnos tranquilos y seguros”, recalca.
"Esta nueva situación educativa -no presencial-, puede incrementar la auto presión de los y las docentes, al dificultar la posibilidad de hacerse cargo más cabalmente de los aprendizajes, sumado a que hoy este depende en gran medida de factores que se encuentran fuera de su control (acceso de los estudiantes a la tecnología o material educativo, nivel de apoyo de los apoderados a las tareas escolares, entre otros). Todo esto puede ser vivenciado como una fuerte carga que es importante tratar de despejar. Es recomendable que los profesores se concentren en lo que efectivamente pueden realizar, de acuerdo a sus condiciones y herramientas. Adicionalmente, es muy importante que se mantengan conectados con su comunidad educativa- los demás profesores y profesoras, equipo técnico pedagógico y directivo- para propiciar la búsqueda de soluciones comunes ante las dificultades particulares que deben enfrentar en su respectivo contexto".
¿Cómo reducir el estrés laboral?
Un aspecto central para poder abordar el trabajo y que no nos supere el agobio, es planificar semanalmente, de manera detallada y realista todo lo que tenemos que desarrollar y qué necesitamos para ello. En el caso específico de los y las profesoras, es importante que esta planificación se realice por nivel y de acuerdo a las condiciones que, tanto el profesor como los estudiantes tienen, en articulación con lo que la comunidad educativa a la que pertenecen haya dispuesto. En caso de no contar con recursos para desarrollar el trabajo que se requiere es importante solicitar ayuda y apoyo oportuno y buscar alternativas.
Otra sugerencia de Libertad Manzo, es trasladar el proceso de enseñanza a situaciones cotidianas y contextualizadas, implementar estrategias educativas diversas mediante el uso de tecnología o sin ella, descubrir recursos disponibles en Internet, así como aplicaciones y programas utilizadas al servicio del aprendizaje, que pueden acercar mucho más la enseñanza a los intereses de los estudiantes y motivarlos al emplear herramientas que les resultan más cercanas (todo lo anterior, beneficia tu propio desarrollo profesional al descubrir nuevas estrategias).
“En línea con lo anterior, me parece importante que los y las profesoras puedan conformarse como una comunidad de aprendizaje de manera virtual; poner en común estrategias que les estén resultando efectivas, sugerir recursos y metodologías, comentar inquietudes con colegas y solicitar y entregar retroalimentación”, añade la especialista de educarchile.
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Y como una motivación adiciona ¡te recordamos que hoy más que nunca es indudable la enorme valoración social del rol de profesores y profesoras! En tanto esta función educativa se ha transferido mayormente al hogar, se ha visibilizado mucho más claramente el significativo trabajo que realizas a diario.