El 1 de octubre de cada año se reconoce la labor que día a día realizan las y los asistentes de la educación dentro de la comunidad educativa. Su rol es esencial para una educación integral y de calidad, que involucra los aspectos académicos, emocionales y socioeconómicos de cada estudiante.
“Cada funcionario forma parte fundamental de un universo llamado colegio. Dentro de ese espacio, el impacto más grande que puedes hacer desde tu rol como asistente de la educación es sentir que eres parte de un todo, involucrarte, nunca limitarte a lo que describe un documento de lo que debes hacer, si no a entregar lo mejor de ti como ser humano”, señala Elizabeth Vega, psicóloga educacional del Colegio Eliodoro Matte Ossa de San Bernardo.
La escuela es un espacio social, en la cual permean diferentes realidades que traspasan la labor docente. Las diversas necesidades de las y los estudiantes requieren de diversos enfoques, como por ejemplo intervenciones psicológicas, apoyo en el aprendizaje y una alimentación saludable.
Según la ley 21.040, las y los asistentes de la educación desarrollan labores de apoyo a la función docente, favoreciendo el proceso de enseñanza y aprendizaje de sus estudiantes y permitiendo la correcta prestación del servicio educacional, las que pueden ser de carácter profesional distinto de la docencia y técnicas, de administración de la educación, auxiliar y de servicios.
Así, se entiende que entre los asistentes están: psicólogos/as, asistentes sociales, fonoaudiólogos/as, psicopedagogos/as, asistentes de aula y de párvulos, encargados/as del CRA, inspector/a paradocente, secretario/a, coordinador/a de Enlaces, auxiliar de aseo, portero/a, auxiliar de mantención de obras menores, entre otros.
El año 1993 se instituyó el 1 de octubre como el día de las y los asistentes de la educación. De acuerdo con el Centro de Estudios Mineduc, en 2023 son 175.296 quienes se encuentran realizando labores como asistentes de la educación en los establecimientos del país. A todas ellas y ellos está dedicado este día.
En educarchile queremos unirnos a esta celebración y reconocer la contribución que realiza cada funcionario al proceso educacional de niñas, niños y adolescentes, para enseñar colaborativamente, y en un buen clima de convivencia.
Creando comunidad
De acuerdo con el documento Todos conformamos la comunidad educativa, elaborado por el Ministerio de Educación, “todo el personal de la escuela colabora para que el proceso educativo se lleve a cabo. Cada funcionario, independiente de su labor, es parte de la comunidad educativa, cuyo fin último es el desarrollo cognitivo, emocional y espiritual de sus estudiantes”.
La psicóloga educativa Elizabeth Vega del Colegio Eliodoro Matte Ossa de San Bernardo, destaca que: "Los aspectos que me provocan mayor satisfacción son la capacidad de lograr una vinculación positiva con las y los estudiantes, ser un aporte en sus vidas, conseguir una relación cercana con sus familias y comprender su realidad. Proponer objetivos en conjunto con mis colegas, tanto asistentes de la educación, como docentes, y trabajar para lograrlos. Ver cómo semana a semana vas consiguiendo pequeños avances, desde un simple saludo hasta aprender a leer".
Destaco la relación de apoyo con mis colegas, frente a las necesidades o dificultades de las y los estudiantes e incluso en la capacidad empática frente a nuestros propios problemas. Creo que la presencia de cada uno es imprescindible y esencial para el funcionamiento de una comunidad educativa.
Desde otra mirada, Elizabeth Vergara, Técnico en Párvulos, que se desempeña como asistente de aula en el Colegio Lo Barnechea, indica que el trabajo colaborativo es fundamental para lograr objetivos, resguardar la integridad y crear un lugar seguro, donde las y los estudiantes puedan expresar sus emociones y habilidades.
"Mi rol es generar un ambiente saludable para facilitar un aprendizaje más significativo y enriquecedor, logrando un trabajo personalizado, brindando refuerzo en las áreas más descendidas, superando los diferentes desafíos tanto en lo académico, como en lo personal, para crear un espacio inclusivo dentro y fuera del aula", menciona.
Es gratificante ver el progreso y el aprendizaje de cada estudiante, establecer vínculos significativos, entregar valores y ser un modelo para ellas y ellos.
Gracias a todas y todos los asistentes de educación, por contribuir día a día a los logros, cuidados, seguridad y bienestar de la comunidad educativa. ¡Feliz día!
