¿Qué acciones se pueden realizar en los establecimientos para fortalecer los aprendizajes que fueron impactados por la suspensión prolongada de las clases presenciales en pandemia? Conversamos con Gilda Figueroa, coordinadora del Ciclo Inicial en Iqra Arabian British School de Iquique; Lilian Muñoz Araya, profesora encargada de la Escuela Básica Alipia Acevedo de Ninhue y Onofre Moraga, psicopedagogo del Colegio Nazca Belén de Quilpué, quienes relatan la experiencia de sus establecimientos.
A pesar de los grandes esfuerzos que las comunidades escolares realizaron para continuar educando a sus estudiantes durante la pandemia, las diferencias socioeconómicas, la conectividad y las situaciones de cada núcleo familiar profundizaron en muchos casos las desigualdades educativas, aumentando las brechas de aprendizaje.
Durante este año escolar se ha retornado a la presencialidad y los desafíos en todas las áreas de la educación son grandes. Es por ello, que el Ministerio de Educación planteó a los equipos educativos reflexionar y planificar acciones para fortalecer y activar los aprendizajes, con la libertad de posicionarse en el contexto de su comunidad y las necesidades de su territorio.
Desde el Ministerio de Educación se están realizando diversas labores basadas en la Política de Reactivación Educativa Integral, a partir de las cuales se busca generar las transformaciones profundas que el sistema requiere para lograr un cambio de paradigma educativo y avanzar hacia una educación de calidad para todas y todos.
Reflexiones y acciones para fortalecer aprendizajes
Al finalizar el primer semestre se generaron las primeras evaluaciones de las comunidades educativas, las que permitieron esbozar el panorama actual de cada escuela. En este proceso, surgieron reflexiones sobre la situación de cada establecimiento en particular y los equipos educativos de cada uno de ellos propusieron acciones para abordar los escenarios propios de su contexto.
Respecto a lo anterior, se planificaron diferentes estrategias, que no solo incluyen trabajar los contenidos de cada asignatura, sino también otorgar relevancia a los espacios y la convivencia, potenciar actividades que sean gratificantes para las y los estudiantes donde se manifieste un aprendizaje integral, vinculando distintos aspectos de la experiencia educativa.
Gilda Figueroa, coordinadora del Ciclo Inicial en Iqra Arabian British School de Iquique, compartió con nosotros las conclusiones y acciones que se llevarán a cabo. De acuerdo con la coordinadora, la evaluación integral es clave para fortalecer los aprendizajes: “El plan para el segundo semestre es vincular las asignaturas en vista de un objetivo común, que es potenciar el proceso de aprendizaje. Para lograrlo realizaremos un cambio de escenario pedagógico, donde las y los estudiantes tendrán la oportunidad de trabajar en proyectos interdisciplinarios, que apuntan a desarrollar un aprendizaje integral”.
Desde la región de Ñuble, Lilian Muñoz Araya, la profesora encargada de la Escuela Básica Alipia Acevedo, ubicada en San José, Ninhue, considera a la escuela como un lugar de encuentro, donde los vínculos y relaciones que se establecen en ella son fundamentales para el aprendizaje, la socialización y el desarrollo integral de todos los que en ella conviven.
Para concretar las metas que se propuso su equipo, Lilian menciona que “las horas de clases continuarán siendo de 35 minutos, lo que nos permitirá dedicar tiempo la incorporación de proyectos educativos que tienen la meta de nivelar aprendizajes y fortalecer nuestro sello institucional que está enfocado en identidad con la tierra y sus raíces, lo que impulsa a las y los estudiantes a desarrollar habilidades que complementan sus conocimientos curriculares".
Por otra parte, continúa la docente, “se ha elaborado un plan individual de apoyo a estudiantes para reforzar y nivelar aprendizajes de acuerdo con sus necesidades”.
Onofre Moraga, psicopedagogo del Colegio Nazca Belén de Quilpué, comparte la reflexión inicial para esta nueva realidad: “Es necesario dar nuevas miradas al currículum, comparar estrategias, aunar criterios, robustecer altamente nuestras capacidades liderarías internas. También, explicitarle la importancia del proceso enseñanza-aprendizaje a la comunidad, no solo pararnos a impartir contenidos, sino más bien, sensibilizar a la población educativa sobre cómo retomamos las acciones, cuál es nuestro compromiso con la comunidad y de qué forma nos hacemos cargo de esta nueva realidad”.
Así también, el psicopedagogo releva la necesidad de flexibilizar el curriculum, considerando que hay estudiantes con niveles de descenso de hasta tres años y algunos casos como en kinder, primero, segundo y tercero básico que no fueron escolarizados. “Nuestro desafío como institución es actualizar y poner en práctica la innovación en el aula, vista como una base esencial para fomentar una cultura de aprendizaje para el siglo XXI”.
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