A los 92 años falleció el biólogo chileno Humberto Maturana. Su partida nos invita a hacer un recorrido por los importantes aportes a la Ciencia, la Filosofía y la Educación que realizó a lo largo de su carrera y destacar cómo, a través de ellos, no sólo impulsó el conocimiento, sino también el respeto y el amor.
Como uno de los más grandes pensadores chilenos del último siglo es catalogado el biólogo en diversos medios que lamentan e informan su partida hoy 6 de mayo del 2020. Creemos que no es errada esa manera de presentarlo, ya que su contribución fue mucho más allá de las ciencias y la biología, sus aportes llegaron a las áreas de las ciencias sociales y las humanidades, como la Filosofía y la Educación, en las cuales es valorado por su teoría del conocimiento, la que está orientada a la educación, la comunicación y la ecología.
La colaboración en el pensamiento de Maturana
En el año 1994 el biólogo chileno recibió el Premio Nacional de Ciencias de Chile, no solamente por sus aportes científicos en el área de la Biología, sino también porque supo conectar esta disciplina con áreas más humanistas, como la Educación y la Filosofía.
De acuerdo con lo señalado en CNN Chile, el profesor y científico comentó a Macarena Pizarro en entrevista que “La pandemia nos da una oportunidad de ser efectivamente humanos. Hemos vivido en una cultura en la cual se enfatiza en la competencia, la lucha, el ser mejor que el otro, en ganarle al otro, etc. Entonces con ese trasfondo cultural resulta difícil no estar en la lucha, dejar que aparezca la colaboración. Y para que aparezca la colaboración tengo que confiar, tiene que haber honestidad”.
Para el Premio Nacional la colaboración es crucial para vivir en sociedad y el amor es la forma en la cual nos relacionamos, “amar es moverse en el dominio de las conductas relacionales a través de las cuales el otro, la otra o uno mismo, surge como legítimo otro en convivencia con uno”, planteó en una de sus conferencias en la Jornada del amor en la terapia en Barcelona, España. Esta frase implica una importante reflexión, que señala al otro como legítimo al momento de relacionarnos de forma amorosa entre seres humanos, de reconocernos como iguales, dejar de lado las competencias y colaborar para una mejor sociedad.
Respecto a lo anterior, el decano de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile, Raúl Morales, en entrevista con CNN señaló que el académico “hace que las sociedades se piensen como entidades colaborativas y no como entidades competitivas”, lo que demuestra su constante preocupación por cambiar el rumbo de la organización social hacia un modelo más solidario, respetuoso y honesto.
Vivir es conocer
Según el pensador “toda interacción de un organismo, toda conducta observada, puede ser valorada por un observador como acto cognoscitivo. De la misma manera, el hecho de vivir (...) es conocer en el ámbito de existir. Aforísticamente: vivir es conocer”. Vivir, hacer y conocer son tres conceptos que para él están conectados. Somos lo que hacemos, ¿por qué hacemos lo que hacemos?
Maturana pasó gran parte de su vida dedicado al conocimiento. Nació el 14 de septiembre de 1928 en Santiago de Chile. Su niñez estuvo marcada por la figura de su madre, Olga Romesín, quien lo crió sola desde temprana edad y le enseñó sobre los quehaceres del hogar y a cuestionar las creencias tradicionales de la iglesia. A los 12 años enfermó de tuberculosis pulmonar, lo que lo mantuvo en reposo durante tres años y hospitalizado 2 años más, tiempo que dedicó a la lectura de diversas obras, entre ellas “Así habló Zaratustra” de Friedrich Nietzsche.
En su juventud, ingresó a la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, en el año 1950, donde se interesó por la biología siendo ayudante de este curso. Sin completar los estudios se trasladó a la University College de Londres donde se especializó en anatomía y neurofisiología, gracias a una beca de la Fundación Rockefeller, en el año 1954.
Cuatro años más tarde se doctoró en Biología en la Universidad de Harvard y trabajó como investigador asociado en el Departamento de Ingeniería Eléctrica del Instituto Tecnológico de Massachusetts durante dos años, ya que en 1960 regresó a Chile, volviendo a la Facultad de Medicina, nuevamente como ayudante del curso de Biología.
Para 1965, Maturana se desempeñaba como profesor titular del Departamento de Biología de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile, allí conoció a su alumno y futuro colaborador Francisco Varela, con quién, en 1972 planteó el concepto de “autopoiesis” en su libro “De máquinas y seres vivos”.
Desde educarchile queremos rendir un pequeño homenaje a quien inspiró con sus palabras a muchos de quienes trabajan en el área de la docencia, por su cercanía y su forma de ver el conocimiento como parte natural de la vida. Desde la Ciencia, su disciplina de cabecera encontró la forma de llegar más allá, cuestionando y planteando nuevas formas de ver conceptos como el amor, la sociedad, el conocimiento, la Ética y la democracia, entre otros.
Si te interesa conocer más sobre este destacado pensador y científico, te invitamos a revisar su charla magistral “Educación, Ética y democracia” y para compartir con tus estudiantes te ofrecemos el recurso “Humberto Maturana” de la serie Por la razón y la ciencia.