Liceo del fin del mundo enfrenta el cambio climático practicando la economía circular

Son las tres de la tarde de un martes y al comunicarnos con Paula la conversación se dificulta. “Es el viento de la Patagonia”, comenta entre risas, ya que para ella se ha tornado en una situación muy natural. Hace un año que llegó a la zona, como directora del Liceo Pioneros del Sur, a uno de los pueblos más australes de Chile: Villa O’Higgins.

“En el pueblo somos alrededor de 600 personas y nuestro Liceo tiene una matrícula actual de 140 estudiantes. Este año se licenciará nuestro primer cuarto medio y logramos que pudieran dar la PTU en el pueblo, ya que el lugar más cercano es Cochrane, a más de 6 horas por carretera”. Este no es un dato menor, ya que la lejanía impide que algunos recursos, como frutas y verduras, sean accesibles por el alto costo y la poca cantidad que llega de forma mensual.

Antes de su arribo, el liceo ya contaba con un invernadero y composteras para desechos orgánicos, además del trabajo municipal que se encarga de proveer un servicio de reciclaje óptimo, que permite realizar esta actividad de manera accesible para todos. Con este panorama, y con la experiencia de trabajar metodologías activas como el ABP, Paula junto con las educadoras Carolina Ochoa y Cecilia Díaz; los docentes Diego Navarrete, Raúl Muñoz, Ismael Ahumada, Blanca Díaz, y la encargada de medio ambiente e invernadero, Sara Frías, más toda la comunidad pionera, iniciaron la aventura del proyecto educación ambiental. 

“El propósito ha sido fortalecer los sellos educativos y uno de ellos es la educación ambiental, la que se desarrolla vinculando asignaturas a través de proyectos de articulación implementando el modelo de Aprendizaje Basado en Proyectos”, explica.

El contexto geográfico y la experiencia de la comunidad, que ha visto cómo disminuyen los glaciares, cómo cambia el clima y la ausencia de tierra fértil para cultivar sus alimentos, ha propiciado que este establecimiento y todo su entorno tomen conciencia acerca del impacto que la conducta humana ha generado en la naturaleza. Paula, da a conocer esta realidad en una conversación sobre pedagogía y sustentabilidad. 

• ¿Cuál es el motivo principal para llevar a cabo este proyecto?

Liceo Pioneros del Sur declara como uno de sus sellos la educación ambiental, basada en el respeto y valoración del entorno, representando sus tradiciones patagonas, que se construyen a partir del contacto con la naturaleza y de los pioneros que llegaron a estas tierras, quienes debieron sortear las dificultades e inclemencias del clima y la distancia.

Esta pertenencia territorial, sumado al contacto diario de la naturaleza, nos obliga como establecimiento a formar individuos conscientes de su entorno, capaces de convertirse en agentes de cambio. Por ejemplo, las y los estudiantes de 4° medio implementaron el plan de gestión de residuos sólidos, promoviendo la reutilización de residuos en relleno de ecoladrillos. 

• ¿Cuáles son las necesidades que provocaron el interés en esta temática? 

Realizar una adecuada gestión de los residuos es uno de los propósitos del establecimiento, reduciendo, reutilizando o reciclando. El reciclaje natural de los residuos orgánicos por medio de compostaje o vermicompostaje (uso de lombrices) surge frente al problema de no disponer de tierra adecuada para el invernadero. La lejanía de esta villa encarece los traslados de fruta y/o verdura, por ello para poder producirlas, se requiere de invernaderos. Frente a esta problemática, se elaboró un proyecto, el cual se postuló a un Fondo de Innovación Parvularia 2021, el que nos adjudicamos, siendo uno de los 104 establecimientos, a nivel nacional.

Las etapas de esta iniciativa son cuatro: primero, investigar respecto a los cuidados de las lombrices que permitan generar un humus de calidad. Segundo, entregar a cada niño y niña de educación parvularia vermicomposteras, para que en conjunto con la familia observen la transformación de un residuo en un recurso. Tercero, utilizar la tierra en los invernaderos para cultivar. Y cuarto, disfrutar de las ricas verduras que obtendremos.

• ¿Cómo ha evolucionado el proyecto desde sus inicios?

Este proyecto se encuentra en sus etapas iniciales, estamos aprendiendo sobre las lombrices californianas, sus características. Las educadoras de párvulo diseñaron e implementaron un proyecto de aula sobre eso, además se encuentran enseñando acerca de las plantas. 

Actualmente, en el establecimiento tenemos dos puntos para residuos orgánicos, una compostera y dos vermicomposteras, las que nos han permitido observar los tiempos y cuidados que debemos tener para lograr un humus óptimo.

• ¿Por qué crees que es importante trabajar la economía circular en la escuela?

Para generar experiencias de aprendizaje: observar el proceso de una planta, realizar predicciones respecto a las diferentes formas de cultivo, formar estudiantes con pensamiento científico. Enfrentarlos a problemas o temáticas ambientales se convierte en un deber cuando vemos a diario el retroceso de los glaciares, el cambio en las temperaturas, la disminución de nieve o en otras regiones la escasez de agua. Debemos generar conciencia de que llegará un momento en que tal vez no existan más recursos, por ende, buscamos la forma de optimizarlos y la escuela es uno de los escenarios que permite abordar estas temáticas, desde diferentes perspectivas, como lo curricular, la convivencia, la formación ciudadana, entre otros.

• ¿Cómo impacta esta iniciativa y estas temáticas en las y los estudiantes?

Impacta principalmente en los pequeños, son ellos los más entusiastas y quienes logran transmitir esta responsabilidad a los adultos. Las niñas y niños son respetuosos de su entorno, pueden visibilizar las transformaciones y nuevos usos de residuos, para generar sus productos vegetales.

• ¿Qué cambios has visto en la comunidad y cuáles cambios esperas lograr a través del sello de educación ambiental y el fomento de la economía circular?

Existe conciencia respecto a la gestión de residuos, se espera que los y las estudiantes se conviertan en embajadores ambientales, que comprendan que pequeñas acciones logran grandes cambios, Que por mínima que parezca una acción, esta puede tener una gran repercusión. Lograr asimilar una conducta de economía circular permitirá reducir residuos, lo que impactará positivamente en nuestro medioambiente. 

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