Ad portas del inicio de un nuevo año escolar, en educarchile te entregamos rutinas de bienestar inspiradas en el Mindfulness para gestionar las emociones de tus estudiantes y así crear un clima positivo en la sala. También, ponemos a tu disposición la serie “Cultivar lo esencial para aprender a convivir”, que forma parte del Convenio de colaboración entre la OEI y el Comité de Formación Integral y Convivencia Escolar del Ministerio de Educación.
Nolfa Ibáñez, Premio Nacional de Ciencias de la Educación afirma que la disposición emocional del estudiante incide en el aprendizaje: “Las emociones son disposiciones corporales dinámicas para la acción, para hacer cosas…Eso lo sabemos todos, no necesitamos ir a estudiar para saberlo, pero como es parte del sentido común no lo intelectualizamos. Si uno está en una emoción de agrado, puede realizar acciones favorables para el aprendizaje (como llegar a la hora a clases, hacer preguntas, pedir precisiones y ampliar conceptos)”, sostuvo en una entrevista concedida a educarchile.
De este modo, la actividad pedagógica supone gestionar la disposición afectiva de las y los estudiantes, ya que la variable socioemocional es parte del proceso cognitivo. Es sabido que tras la pandemia se han incrementado emociones como la ansiedad y el miedo en toda la población, entonces, ¿cómo gestionar el ambiente en la sala de clases para que exista confianza y una sensación de agrado que contribuya al logro de aprendizajes?
Aquí la clave es el aprendizaje socioemocional, que el Ministerio de Educación define en el documento Fundamentación para el Plan de Trabajo de Convivencia Escolar como “el proceso mediante el cual los niños y adultos adquieren y desarrollan conocimientos, habilidades y actitudes que les permiten lograr el autoconocimiento, comprender y autorregular las emociones y su expresión, motivarse para establecer y alcanzar objetivos positivos, empatizar con los demás, construir y mantener relaciones positivas, tomar responsablemente sus decisiones y manejar de manera efectiva situaciones desafiantes (Goleman, 1996; Bisquerra, 2000; CASEL, 2019)”.
Validar los sentimientos
En relación al autoconocimiento, Clara Dockendorff y Camila Denegri, ambas psicólogas de la ONG Neyün, señalan que es importante saber que cuando experimentamos emociones muy fuertes y nos sentimos bajo amenaza, la amígdala -una zona de nuestro cerebro que es parte del sistema límbico-, reacciona como una alarma impidiendo que podamos aprender contenido nuevo y haciéndonos personas más reactivas. En ese estado es indispensable “calmar la amígdala cerebral para volver a un estado de regulación”, indican.
“Dentro de los estímulos que más logra regular la amígdala se encuentra el reconocer y no rechazar aquello que se está experimentando, entonces validar lo que estamos sintiendo es fundamental, dando a estudiantes y a nosotros mismos permiso para sentir todas las emociones”, recalcan las psicólogas. Por otro lado, para tener un mejor clima de aula y facilitar un aprendizaje significativo, recomiendan contar con herramientas extra para poder regular las emociones tales como: atención en la respiración, espacios seguros para expresarlas con aceptación, conexión corporal, etc.
A juicio de ambas, dar espacios que permitan expresar con aceptación las emociones que se estén atravesando es esencial para poder regularlas y brindar el apoyo necesario. Por su parte, Libertad Manzo, psicóloga educacional y líder de Formación Continua de educarchile, subraya que las emociones son parte central de todo proceso de aprendizaje, por lo mismo, es esencial que los y las docentes puedan movilizar emociones positivas en el aula, motivando a sus estudiantes con temas o aspectos de su interés, que despierten la curiosidad por aprender, transmitiéndoles altas expectativas y reforzando su autoconfianza constantemente en función de características específicas a destacar.
“Dar cabida a la frustración ante el error, el miedo ante un potencial contagio, ansiedad por el regreso a clases permite que las y los estudiantes desarrollen habilidades que les permitan situarse desde una posición emocional diferente. Al contrario, negarlas contribuye a su incremento, llegando incluso a bloquearse frente a nuevos conocimientos”, precisa.
Una herramienta útil para reconocer y aceptar las emociones es el mindfulness. Clara Dockendorff y Camila Denegri, aconsejan realizar rutinas de bienestar y cuidado de grupo, dando espacio a momentos en la semana en que podamos exteriorizar y compartir cómo nos estamos sintiendo, donde es útil incluir prácticas específicas de Mindfulness. ¡Acá, te dejamos algunas!
El vínculo
Lo anterior evidencia que las relaciones al interior del aula impactan en el aprendizaje integral, siendo la figura de las y los docentes muy relevantes para sus estudiantes, ya que pueden liderar el establecimiento de vínculos pedagógicos y afectivos positivos.
Con el propósito de entregarte orientaciones para reflexionar sobre los vínculos y las maneras en que estos se construyen en el establecimiento educativo, ponemos a tu disposición la serie "Cultivar lo esencial para aprender a convivir", que forma parte del “Proyecto para la gestión de una relación de la Escuela con las Familias como actor clave en la formación integral y convivencia escolar, en el marco de la Política Nacional de Convivencia Escolar 2019”, el que a su vez se inserta dentro del Convenio de colaboración entre OEI y el Comité de Formación Integral y Convivencia Escolar del Ministerio de Educación.
Son cinco cuadernos con foco en los vínculos entre los distintos actores de las comunidades educativas: profesores, estudiantes y familia: ¡Descárgalos y compártelos con tu comunidad!
-Cultivar lo esencial para aprender a convivir. Guía para fortalecer los vínculos en la escuela.
-Guía para el fortalecimiento del vínculo escuela-familias.
-Cuidado mutuo en la comunidad docente. Herramientas para fortalecer el vínculo entre educadores.
-Cuidado y compañerismo. Herramientas para fortalecer el vínculo entre estudiantes.
