Con el objetivo de plantear una reflexión e intercambio de ideas respecto a la labor educativa en este segundo año de confinamiento, transmitimos el Primer Ciclo de Charlas de Planificación y Evaluación organizado por la Red de Escuelas Líderes. Aquí, podrás conocer las principales recomendaciones de quienes expusieron durante la actividad.
En la recta final del primer semestre del año lectivo, surgen nuevos desafíos para continuar mejorando los procesos escolares en el contexto de confinamiento. Equipos directivos, docentes, educadores y educadoras que han enfrentado las nuevas modalidades de enseñanza-aprendizaje, necesitan generar un diálogo reflexivo para una educación que se encuentra en cambio constante.
Para colaborar con este proceso, transmitimos a través de nuestro canal de YouTube el Primer Ciclo de Charlas de Evaluación y Planificación organizado por la Red de Escuelas Líderes (REL), donde se entregaron herramientas sobre cómo trabajar las brechas educativas; qué contenidos priorizar y cómo evaluar. De este modo, esperamos colaborar con la reflexión en los equipos directivos y docentes de nuestro país y proveer justicia educativa para todas las escuelas.
Si aún no conoces el trabajo de la Red de Escuelas Líderes te invitamos a visitar la web www.escuelaslideres.cl, donde podras encontrar más información y a quienes forman parte de esta red.
Nuclearización del curriculum escolar
En la primera jornada se presentó el profesor Luis Osandón, académico del Departamento de Estudios Pedagógicos de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile. El objetivo de su charla fue darle un giro a la “priorización curricular”, apostando por un enfoque en los desempeños y no en los contenidos académicos.
En su propuesta, el docente argumentó la necesidad de conocer las bases curriculares para hacer una nuclearización, lo que define como “un procedimiento de interpretación del currículum nacional que permite atender al logro de sus propósitos fundamentales, integrando sus componentes en una propuesta de visualización de los desempeños esperados al terminar un año lectivo”.
En ese sentido, su planteamiento apunta a que el aprendizaje no se encuentra en los contenidos, que es lo que se visualiza en los planes y programas, sino en los objetivos planteados para la asignatura en cuestión. A partir de ello es posible extraer los desempeños y realizar actividades que sean menos agotadoras y más efectivas para el aprendizaje de los estudiantes.
Osandón apuesta a que “tenemos la posibilidad de hacer una buena lectura del currículum para extraer aquello que es central”, de esta forma se puede abarcar todo lo que se espera sea aprendido, evitando realizar un recorte de contenidos para ello. Este trabajo, tal como lo mencionó el docente, es complejo, sin embargo, “facilita la toma de decisiones didácticas y evaluativas más adecuadas en un contexto de educación remota, como en la actual coyuntura, o el necesario proceso de apropiación y desarrollo contextualizado del currículum en contextos regulares de funcionamiento del sistema escolar”.
Conoce la propuesta completa en el siguiente video:
Enseñanza basada en la diferenciación
Kira Ausin, participante de la segunda jornada de charlas, es profesora de Educación General Básica, Parvularia y Magíster en Gestión y Dirección Escolar en la Universidad del Desarrollo. En esta oportunidad expuso sobre la diferenciación al momento de planificar actividades y cómo la evaluación formativa es necesaria para este proceso.
“No existe talla única para el aprendizaje”, sentenció Kira al inicio de su exposición para explicar el concepto de diferenciación. “Es una filosofía que tiene al centro la diversidad, y la toma en consideración para la planificación”.
Para comprender este paradigma de enseñanza se debe considerar que hay una diversidad de estudiantes, con experiencias de vida, intereses y niveles de desempeño diversos. Esta realidad invita a docentes a planificar estrategias centradas en sus estudiantes para que todos logren las metas considerando sus diferencias.
Es necesario tener en cuenta en este punto que la interacción con las y los estudiantes es fundamental, conocerlos de forma grupal e individual, identificar sus conocimientos previos, sus niveles de desempeño, y como se relacionan con los contenidos y asignaturas. Para ello, la experta propuso en su exposición un ciclo que comienza con identificar los resultados esperados, luego recoger evidencia correspondiente, para finalmente planificar experiencias de aprendizaje.
Para que este proceso sea fructífero es necesario evaluar de manera formativa, sólo así podremos reconocer en qué nivel de desempeño se encuentra cada estudiante. Como planteó Kira, “en una unidad de aprendizaje, la evaluación (formativa) implica tener múltiples evidencias, contar con muchas oportunidades donde podamos recoger el aprendizaje de los estudiantes”. Estas evidencias, que son los aprendizajes, son las que permiten crear instrumentos y experiencias de aprendizajes adecuados para la diversidad, propiciando una educación más equitativa, que reconoce la diferencia y la hace parte del ciclo.
Si quieres saber más sobre diferenciación y estrategias para actividades diferenciadas, no te pierdas el siguiente video:
Evaluación auténtica
Rebeca Anijovich, académica en la Universidad de Buenos Aires y docente de posgrado en la Universidad de FLACSO y en la Escuela de Educación de la Universidad de San Andrés, fue la invitada internacional que cerró este ciclo de charlas sobre aprendizajes, evaluación y planificación.
La ponencia de la académica argentina se dirigió a proponer la evaluación auténtica de los aprendizajes, paradigma que se pudo aplicar en el contexto de pandemia que consideró la evaluación formativa como alternativa al proceso de enseñanza, debido a las dificultades de continuar con un modelo tradicional en confinamiento.
De acuerdo con lo planteado por la especialista, “cuando hablamos de evaluación auténtica queremos que se considere que el aprendizaje de los estudiantes es un proceso complejo y multidimensional que es necesario valorar de diferentes formas”, lo que implica mirar la educación desde una perspectiva más crítica y desafiante, tanto para docentes como estudiantes.
Una evaluación auténtica requiere de un aprendizaje y un contexto auténtico. Esto significa que el aprendizaje debe estar situado en la realidad de cada estudiante, debe recoger la diversidad de cada uno y permitirles utilizar el conocimiento y no solo reproducirlo. Esta metodología propicia la autonomía, ya que busca poner en juego las habilidades para resolver problemas, flexibilizar el conocimiento, que el estudiante sea capaz de apropiarse de su aprendizaje y pueda explicar cómo llegó a él.
Para ello, Rebeca Anijovich, expuso diversos ejemplos de evaluaciones auténticas de diferentes asignaturas, donde se proponía una actividad que debía ser hecha de forma real para ser expuesta o entregada a personas de su entorno, como directores, alcaldes, instituciones, etc. De esta forma, cada cual aplicaría sus conocimientos y al ser propuesto a modo de proyecto, se trabajaría con evaluación formativa, la que permite dar cuenta de los errores, los avances y retroalimentar la experiencia de las y los estudiantes.
Puedes profundizar en la evaluación auténtica y conocer los ejemplos entregados por Rebeca Anijovich en el siguiente video: