En Chile, se conmemora el Día de la Educación Parvularia el 22 de noviembre, fecha clave para relevar este nivel educativo y resaltar que en esta etapa formativa se desarrollan habilidades que nos habilitan para vivir en sociedad y garantizar el bienestar colectivo. ¡Te invitamos a leer más sobre este tema y a reflexionar junto a tus colegas respecto al rol de la educación inicial!
Han pasado 24 años desde que en Chile se considerara la Educación Parvularia como el primer nivel del sistema educativo dentro de la Constitución, para favorecer de manera sistemática, oportuna y pertinente, el desarrollo integral y aprendizajes significativos de niñas y niños desde el nacimiento hasta los seis años.
En la actualidad, este nivel educativo se ha seguido potenciando, por ejemplo, a través de la creación en 2015 de la Subsecretaría de Educación Parvularia en el Ministerio de Educación, órgano que promueve y coordina una educación parvularia de calidad para la formación integral de las infancias.
La relevancia de la educación inicial es indiscutible y la neurociencia es una de las disciplinas que ha contribuido a esto. De acuerdo con lo planteado por el Center on the Developing Child, de la Universidad de Harvard, ha quedado demostrado que son los primeros años de vida donde ocurren la mayor cantidad de conexiones neuronales, lo que permite un aprendizaje relevante para los años posteriores del desarrollo humano, por tanto, el rol de las educadoras de párvulo es fundamental para la sociedad.
Cada 22 de noviembre se conmemora el Día de la Educación Parvularia, fecha en la que se recuerda la creación en 1944 de la primera escuela de Educación Parvularia, en la Universidad de Chile. En educarchile celebramos ese hito para poner en valor este nivel educativo, del que son parte más de 740 mil niñas y niños en nuestro país, accediendo a experiencias de aprendizaje únicas, que inciden directamente en su desarrollo personal y social.
Estudiantes diversos, de distintas nacionalidades, contextos y realidades, que reciben una educación por parte de profesionales que tienen que estar actualizándose permanentemente para generar experiencias de aprendizaje significativas.
Formación profesional
Debido a las permanentes transformaciones del mundo, la formación profesional de las y los educadores de párvulo está marcada por un currículum extenso y dedicado, el cual se actualiza constantemente en relación con los nuevos descubrimientos científicos, sociológicos y pedagógicos en torno a la infancia, lo que requiere de investigación permanente.
Al respecto, la Directora de Carrera de Párvulos de la Universidad del Desarrollo, María Josefina Valdivia, indica que “en la malla curricular de la formación de educadoras/es debe estar presente el aprendizaje de las áreas del desarrollo psicológico, psicomotor y neurocientífico. Por ejemplo, la Neurociencia entrega una comprensión del desarrollo de niñas y niños y cuáles son las condiciones necesarias para que su aprendizaje sea más profundo y duradero”.
Otra de las áreas importantes en la formación, menciona María Josefina, es el aprendizaje al aire libre, debido a que el exterior favorece mucho la indagación, la observación y el descubrimiento. “El cerebro logra aprender a través de los sentidos, del pensamiento, y del hacer, creando aprendizajes más profundos. Esto se acompaña de un contexto relajado, bientratante, dulce y entretenido. Niñas y niños necesitan indagar, descubrir y sorprenderse en un entorno natural, tocar los colores, el verde en los árboles, el gris en el cemento, que sus aprendizajes sean vivenciales. El aprender haciendo es el desafío para las educadoras de hoy, ya que estos aprendizajes son sustentables y sostenibles, vienen a quedarse de por vida”, señala la académica.
Por su parte, Carmen Gloria Negrotti, directora del Departamento de Educación Parvularia de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación (UMCE), habla sobre los cambios que ha tenido la formación de la carrera debido a las nuevas necesidades del entorno y características de las infancias. Además de incorporarse en la malla neuroeducación, neurofisiología y neurociencia, se ha fortalecido el desarrollo de habilidades socioemocionales, abordando el autocuidado y el bienestar, junto con el área de educación inclusiva, interculturalidad y diversidad.
El enfoque de derechos en la formación inicial también es relevante. Según lo planteado por Carmen Gloria, se trabaja fuertemente para que “sean ellas quienes vean a niñas y niños como sujetos de derechos, cuando eso ocurre van adquiriendo habilidades más específicas para trabajar desde un enfoque de ciudadanía a partir de la sala cuna”.
Una de las destrezas importantes es comprender al sujeto que es foco de la educación parvularia -que son niñas y niños- cómo desarrollamos un vínculo sano, que potencie la formación de ciudadanos felices, que se sientan queridos y acogidos. A partir de esto, hemos fortalecido la mirada desde el enfoque de derecho de niñas y niños, de modo que las educadoras comprendan que son garantes de estos derechos y comprender ese rol para actuar en coherencia con esta orientación.
Las educadoras tienen en sus manos el desarrollo de una etapa crucial, donde se producen los aprendizajes más profundos. Por ello, desde su formación, la alumna debe estar convencida que niñas y niños debe lograr su mayor potencial con ella, en sus manos, con su apoyo
Apoyo a la labor pedagógica
En educarchile apoyamos la labor de educadoras/es de párvulo con recursos y herramientas especialmente diseñadas para los niveles NT1 y NT2. ¡Te invitamos a conocerlas y compartirlas con tus colegas!
- kit de recursos de educación parvularia
- Curso de autoaprendizaje “Acercando la lectura a través del juego”
