En situaciones excepcionales como las que vive el país, no sólo es fundamental contar con información oportuna sino también veraz, ya que ello facilita nuestro entendimiento de lo que está pasando y nos permite tomar decisiones informadas. Aquí te entregamos algunos criterios y herramientas que te ayudarán a distinguir contenidos falsos y fuentes confiables.
Internet es una fuente libre y casi infinita de información, pero al mismo tiempo un espacio con poco control de lo que se publica. Que no fuimos a la Luna, que la Tierra es plana y que hay una conspiración para establecer un nuevo orden mundial son algunos de los planteamientos más célebres que circulan a través de Internet y que suelen presentarse con argumentos llamativos.
En tiempos de incertidumbre, la comunicación directa a través de redes sociales y mensajería móvil y el contenido gráfico que comparten nuestros círculos más cercanos puede ayudarnos a obtener información de primera fuente, pero también a ser más crédulos frente a noticias falsas, imprecisas o simplemente malintencionadas que pueden poner en riesgo nuestra integridad o agudizar innecesariamente una crisis. En otras ocasiones, son los mismos medios de comunicación establecidos los que publican contenidos sesgados o han tenido que disculparse por difundir información no verificada.
No son pocos los sesgos cognitivos que nos hacen vulnerables a noticias falsas, y que operan cuando tenemos que decidir o tomar partido rápidamente, entre otros tales como el llamado sesgo de autoconfirmación, de acuerdo al cual somos más proclives a aceptar la información que reafirma lo que pensábamos con anterioridad.
¿Quiénes están detrás de actos de violencia?, ¿están las compañías de telecomunicaciones limitando el envío de audio y video?, ¿qué acusaciones en materia de Derechos Humanos son ciertas? A continuación, te presentamos algunos criterios que te pueden ayudar a distinguir información falsa y tomar decisiones informadas. Cabe recalcar que estos criterios no son suficientes en su conjunto y que la habilidad y las prácticas que nos permiten detectar noticias falsas son algo que se desarrolla y que a veces requiere de profesionales expertos.
- Chequear la información con fuentes primarias: cuando sea posible y seguro, comunícate con alguien que esté en el lugar de los hechos o los haya presenciado directamente. La cobertura en vivo por medios audiovisuales y redes sociales instantáneas como Twitter, con el debido escepticismo y contrastando varias fuentes, puede ser una buena estrategia para saber qué está pasando. Para sucesos más locales, como los rumores que hablan de ataques o problemas de seguridad en el barrio, es bueno preguntarse cuál es la fuente original de la información y, cuando sea seguro, investigar un poco más.
- Remitirse a organismos confiables e independientes: piensa cuál es la fuente formal más autorizada para confirmar o emitir cada información (la fuente más autorizada varía según el tema). Organismos internacionales tales como el PNUD, la CEPAL y la OCDE u organismos nacionales como el Centro de Microdatos de la Universidad de Chile, son fuentes validadas en términos de datos de desarrollo social. Las intendencias y la UOCT son fuentes confiables en temas de autorización de marchas, cortes de calles y desmanes. Es importante, sin embargo, considerar cuándo los hechos están en proceso de investigación.
- Revisar las fuentes de información de las publicaciones que recibimos: es común encontrar videos o artículos en los que se atribuye intenciones, se interpretan tendenciosamente los hechos, se aseguran montajes, conspiraciones o se ofrecen interpretaciones demasiado sencillas para los hechos complejos que están ocurriendo. Una pieza informativa de calidad debería transparentar sus fuentes de información, basarse en fuentes confiables o presentar registros sonoros o visuales verificables (que no correspondan a otros acontecimientos o manifestaciones).
- Consultar lo que dicen los servicios de verificación profesionales: algunos medios de comunicación social ofrecen sus propios sistemas de verificación de noticias y discurso público. Sin embargo, no está de más googlear la información para ver qué dicen al menos otras tres fuentes.
- Distinguir y valorar hechos y opiniones: la abundancia de adjetivos puede ser un indicio de información imprecisa o tendenciosa, pero también de medios de comunicación que expresan opiniones con mayor o menor frecuencia (los medios tradicionales distinguen los géneros informativo, interpretativo y de opinión). En cualquier caso, es útil diferenciar los hechos contrastables de las opiniones que pueda emitir cada medio, partido político, autoridad o líder social, entre otros. Es importante desarrollar puntos de vista y una visión política de lo que sucede, pero siempre que estén basados en antecedentes reales y que el medio transparente su posición.
Algunas herramientas que puedes usar:
- Búsqueda reversa de imágenes: son comunes las publicaciones en las que se asocia una imagen antigua o descontextualizada a un evento reciente —ha ocurrido incluso en portadas y en informes oficiales. En este caso, puedes usar herramientas de búsqueda tales como Google Images o Tin Eye, que llevan registro del historial de publicación y edición de imágenes en la web, para detectar si son recientes y si fueron editadas.
- Quiz de noticias: es una herramienta que ofrece la Fundación Gabo para el Nuevo Periodismo Iberoamericano con el objetivo de afinar la capacidad de detectar noticias falsas. Te obligará a pensar dos veces en la veracidad de la información (más allá de su “verosimilitud”), a chequear siempre si otros medios hacen eco de ella y a detectar los patrones que se repiten en las noticias falsas (hechos increíbles, declaraciones improbables o uso de expresiones que denotan engaño).