En abril de 2023 se registraron en el sistema educativo más de 55.000 estudiantes autistas en Chile, en jardines infantiles, establecimientos de educación regular y escuelas especiales. Niñas, niños y adolescentes que tienen derecho a contar con apoyos para alcanzar todo su potencial y lograr aprendizajes que les permitan una vida plena. Eso es lo que la Ley 21.545 (Ley de Autismo) busca asegurar, complementando el marco normativo ya existente en materia de educación inclusiva.
Para aumentar el conocimiento y sensibilizar a las comunidades educativas en torno al Espectro Autista desde educarchile ponemos a tu disposición el curso gratuito Gestión Educativa para la Inclusión, que te permitirá acceder a estrategias para facilitar la transformación de tu escuela o liceo en una comunidad educativa inclusiva, en el marco de esta normativa.
Datos del Ministerio de Educación de abril de 2023 reflejaban que el número de estudiantes autistas que pertenecían a un Programa de Integración Escolar (PIE) en la educación regular era de 51.546 y los que asistían a un jardín JUNJI totalizaban 1.567. En tanto, el número de estudiantes que asistían a escuelas especiales de discapacidad llegaba a 2.286.
En ese contexto, considerando una significativa prevalencia de la condición en las comunidades educativas, es importante aclarar que a la hora de hablar de Autismo es esencial saber que el concepto ha ido evolucionado.
El primer modelo explicativo, el modelo médico, lo entendía como una alteración del sistema nervioso central que generaba, entre otras cosas, impedimentos para la comunicación social y la flexibilidad mental, es decir, se centraba en las limitaciones. Hoy se ha transitado hacia un modelo social de apoyos, en el que se entiende que las personas autistas tienen un funcionamiento cerebral atípico dentro de la neurodiversidad humana y que, si bien pueden tener necesidades de apoyo en algunas áreas del desarrollo, cuentan con amplias y valiosas fortalezas, las cuales han de ser promovidas desde un contexto sensible y respetuoso.
En ese mismo sentido, siendo sujetos de derecho, la sociedad es la responsable de eliminar las barreras para su desarrollo y plena participación, considerando el despliegue de ajustes que les permitan a las personas autistas desarrollar todo su potencial y alcanzar su vida plena. Bajo ese criterio la Ley de Autismo N° 21.545, publicada el 10 de marzo de 2023 en el Diario Oficial, busca garantizar la igualdad de oportunidades, proteger la inclusión social de personas dentro del Espectro Autista, eliminar cualquier forma de discriminación y sensibilizar a la sociedad sobre la condición.
En el ámbito de la educación esta ley viene a complementar un marco normativo ya existente en nuestro país y que releva la importancia de transitar desde un proceso social de integración escolar a comunidades educativas inclusivas, considerando la articulación con otros cuerpos normativos, como el Decreto 170, el Decreto 83, la Ley de Inclusión, el Decreto 67 y la Ley Miscelánea.
De la integración a la inclusión
Hasta hace algunos años, el paradigma predominante en el sistema educativo era el de integración escolar. De acuerdo con Marcela Villegas Otárola, profesional del equipo de Atención a la Diversidad para la implementación educativa de la Ley 21-545 en la División de Educación General del Mineduc, la integración educativa es aquel proceso de innovación pedagógica que ha posibilitado la llegada de estudiantes con mayores necesidades de apoyo a la educación regular, para lo cual se hace necesario un diagnóstico y un perfil de necesidades educativas, a partir de las cuales se despliegan los apoyos que les son necesarios para acceder y transitar en el currículum regular. Esto es diferente a la educación inclusiva que promueve la Ley de Autismo.
“La educación inclusiva no pone atención solo en aquellos párvulos y estudiantes con algún tipo de necesidades específicas de apoyo, sino en diseñar un sistema educativo que asegure las condiciones para garantizar el acceso, la participación y el aprendizaje de todos y todas sin excepción, desde una cultura escolar que valora y respeta la diversidad y una gestión educativa flexible, pertinente y accesible, poniendo especial atención en las y los estudiantes más vulnerables de ser excluidos y que enfrentan barreras para su aprendizaje y participación, entre ellos los estudiantes con discapacidad o condición evolutiva diversa”, explica la profesional.
Por su parte, Marjorie Lara, directora de Educación y Trabajos Inclusivos de Fundación Mis Talentos, comparte la definición que se trabajó el año pasado en la mesa técnica de la Ley de Autismo en educación: “la inclusión es un proceso dinámico de transformación e innovación educativa, cuya finalidad es erradicar las barreras al acceso, permanencia, participación, y aprendizaje, con el propósito de garantizar el derecho a la educación de todos y todas sin excepción, y la construcción de comunidades educativas inclusivas promotoras del bienestar y el desarrollo humano”, describe.
En este marco, Marjorie Lara recalca que es muy importante que las comunidades educativas reflexionen en torno a su cultura, políticas y prácticas para poder identificar barreras y facilitadores presentes que obstaculizan o potencian la inclusión y que pasen de la preocupación o problematización de atender a la diversidad a la acción, comprendiendo que está en juego el derecho a la educación de las personas. ¿Cómo? Conociendo e implementando acciones relacionadas con el marco normativo vigente, con disposición a aprender, reflexionar, colaborar, desafiarnos, innovar y cambiar.
Consultada respecto de qué acciones podría realizar un docente para que su aula sea inclusiva, Marcela Villegas pone como punto de partida reconocer la diversidad de estudiantes que hay en las aulas, y el valor que esa diversidad implica para todo el grupo. “El conocer al grupo curso en general y a sus integrantes en particular permite al docente diseñar experiencias de enseñanza pertinente y contextualizadas a sus estudiantes, a sus anhelos, intereses, necesidades y cosmovisión. Del mismo modo, reconocer la importancia del vínculo afectivo con sus estudiantes, y el rol formativo del docente, contribuye a fortalecer una educación sensible, respetuosa, que valora al otro como otro, más allá de sus capacidades, sus logros y legítimas diferencias”, indica.
Curso Gestión Educativa para la Inclusión
Nuestro nuevo curso gratuito “Gestión Educativa para la Inclusión” desarrollado en conjunto con la División de Educación General (DEG) del Ministerio de Educación, Fundación Mis Talentos y la doctora Valeria Rojas de la Fundación Unión Autismo y Neurodiversidad (FUAN), tiene por objetivo aumentar el conocimiento respecto de la Ley 21.545 y se propone formar competencias docentes -especialmente en quienes son parte de equipos directivos-, para que puedan ajustar los instrumentos de gestión de la escuela y resguardar la inclusión social de niñas, niños y adolescentes.
Chantal Garay Soto, mujer autista y mamá de 3 niños autistas, fue una de las primeras en realizar el curso. De profesión periodista y activista de distintas organizaciones sociales como la Federación Nacional de Autismo, FENAUT, EA Femenino Chile, Corporación Autismo Viña del Mar y MILA, opina que para construir un futuro neuro inclusivo, debemos comenzar por educar, a todos sin exclusión.
Este curso me ha sorprendido gratamente y creo que sería muy relevante que llegue a todas las personas posibles que trabajen en aulas y fuera de ellas. Educar sobre autismo y las personas autistas, enriquecerá nuestra sociedad y calidad humana que hará posible un entorno más amigable. Si las y los docentes y equipos técnicos se pusieran en los zapatos de una persona autista, entenderían tantas cosas que para algunas personas, hoy en día, lo ven como molestia, pérdida de tiempo, "los niños/niñas especiales", quienes les hacen llenar papeles, etc. Valoro el esfuerzo puesto por la DEG,representada por Marcela Villegas, por educarchile, por la Doctora Valeria Rojas, por Fundación Mis Talentos y todas las personas que hicieron posible este curso.
Si te interesa la temática pero aún estás dudando si este curso es para ti, te dejamos una cordial invitación de Marcela Villegas: “Hoy somos parte de un momento histórico a la hora de consolidar los avances que se han desplegado en los últimos 20 años para avanzar hacia un sistema educativo más inclusivo, concretamente más sensible, respetuoso y amoroso con todos y todas, centrada en el desarrollo humano, el bienestar, la calidad de vida, el amor, la justicia, la convivencia y la paz social. Al respecto, la ley 21.545 es uno de los recursos de gestión educativa con los que hoy contamos para seguir avanzando hacia una educación cada vez más inclusiva, y poder enfrentar con fuerza y convicción los desafíos que surgen al construir una educación para todos y todas. Resulta fundamental, contar con equipos directivos que puedan orientar a las comunidades educativas de nuestro país en ese caminar y este curso, diseñado desde el saber, pero totalmente vinculado con la gestión de las comunidades educativas, es una aproximación sólida y pertinente para alcanzar ese desafío. ¡Las y los esperamos!”
¡Conoce más sobre esta acción formativa aquí y automatrículate para estudiar hasta el 31 de julio!
