Desde que se creó la Escuela Normal de Preceptoras, las docentes han sido protagonistas de la educación en el país, formando a los niños, niñas y jóvenes. También, han liderado escuelas y liceos; han sido destacadas investigadoras y autoras de publicaciones, y han ejercido una importante influencia en Latinoamérica en temas de Educación.
No siempre las mujeres en Chile tuvieron la oportunidad de desarrollar su vocación docente. Al principio, sólo los hombres podían formarse para ser profesores, cuestión que cambió en 1854 con la creación de la Escuela Normal de Preceptoras de Santiago, cuyo objetivo era preparar profesoras para la enseñanza primaria.
Desde ahí en adelante, las mujeres entraron al mundo de la pedagogía y adquirieron rápidamente un rol protagónico. De acuerdo al sitio Memoria Chilena de la Biblioteca Nacional, entre 1887 y 1935 se habían graduado 2.289 mujeres como profesoras, y hacia 1960, ya existían más de tres mil mujeres que se habían formado como docentes.
Con la creación del Instituto Pedagógico en 1889, también se titularon las primeras profesoras de educación secundaria: Dorila González, Rosa Amelia Muñoz y Gertrudis Vargas (1895); Mercedes Mardones y Corina Urbina (1896); Amalia Villalón y Juana Jaque (1898). A estos nombres se sumaron otras mujeres destacadas, como Carmen Silva Donoso, primera directora de un liceo chileno y, Amanda Labarca, escritora, feminista y representante del país ante la ONU (además se convirtió en la primera docente en dictar una cátedra universitaria en América).
Profesoras premiadas
Este rol protagónico se reafirmó cuando se creó el Premio Nacional de Ciencias de la Educación en 1979, que reconoce cada dos años la labor de los docentes del país: a la fecha, han sido galardonadas seis profesoras, que han aportado con su trabajo y profesionalismo al sistema educativo.
Por esto, en educarchile queremos visibilizar la contribución de estas profesoras a la educación de miles de niños, niñas y jóvenes, junto con inspirar a más mujeres a seguir el camino de la pedagogía.
Teresa Clerc estudió pedagogía en Castellano en la Universidad de Chile, especializándose en lectoescritura para la educación básica. Fue coordinadora Nacional del Programa de Lectoescritura y jefa del Departamento de Castellano en el Centro de Perfeccionamiento, Experimentación e Investigaciones Pedagógicas (CPEIP). Es Autora de reconocidos libros entre los que están: Adelante: manual del profesor (1976) y Pablito aprende la ortografía solito (1982).
Viola Soto se tituló como Profesora de Historia y Geografía en el Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile. Master en Currículum Educacional de la Universidad de Syracuse, Nueva York, Estados Unidos y master en Historia del Arte y Psicología de la Universidad Central de España, fue por más de 30 años fue profesora del Liceo Experimental Manuel de Salas, sobresaliendo como una destacada curriculista, centrada en el currículum crítico. En 1990 asumió como vicerrectora Académica de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación (UMCE), misma Casa de estudio en donde luego estuvo a cargo del Programa de Postgrado y Postítulo.
Mabel Condemarín estudió en la Escuela Normal de La Serena Isabel Bongard y en 1952 comenzó a trabajar como profesora primaria en la Escuela Normal Superior José Abelardo Núñez, donde se interesó por los métodos de enseñanza de la lectura. Reconocida en toda América Latina por sus trabajos acerca de la dislexia y su extensa investigación sobre motivación y detección de problemas de lectura, fue académica de la Pontificia Universidad Católica y publicó junto a otros autores libros escolares como Ene-tene tu: apresto para la lectura; textos académicos como La dislexia: manual de lectura correctiva; y libros para niños como Juguemos a leer o Trompitas el elefante.
Erika Himmel se tituló como profesora de Estado en Matemáticas en el Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile y ejerció como docente en los colegios Santo Tomás Moro y Dunalastair entre 1953 y 1956. En 1956 se integró como investigadora al Instituto de Investigaciones Estadísticas (IIE) de la Universidad de Chile y en 1959 obtuvo un magíster en Medición y Evaluación en Psicología y Educación en la Universidad de Columbia, Estados Unidos. Fue una de las principales impulsoras de la creación de diversas pruebas de evaluación académica, como la Prueba de Aptitud Académica (PAA) y el Sistema de Medición de la Calidad de la Educación (Simce). Fue decana de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Pontificia Universidad Católica.
Beatrice Ávalos estudió la carrera de Pedagogía en Historia y Geografía en la Pontificia Universidad Católica en 1957. Más tarde, gracias una beca Fulbright, realizó su doctorado en la Universidad de San Luis Estados Unidos. A su regreso a Chile, comenzó su carrera como profesora de aula de Historia y Geografía en el Colegio Mariano (1962-1968) y fue profesora de Pedagogía General y de Filosofía de la Educación en la Escuela de Pedagogía de la Universidad Católica de Chile. Fue una de las fundadoras del Programa Interdisciplinario de Investigaciones en Educación (PIIE), coordinadora del Programa Mejoramiento de la Calidad y Equidad de la Educación del Ministerio de Educación (MECE), y a partir de 2008, parte del Centro de Investigación Avanzada en Educación (CIAE). Asimismo, cuenta con destacadas publicaciones como: ¿Héroes o Villanos? La profesión docente en Chile (2013); y La formación inicial docente en Chile: Tensiones entre políticas de apoyo y control (2014).
María Victoria Peralta, es Educadora de Párvulos y Profesora de Estado en Educación Musical en la Universidad de Chile. Además, es Doctora en Educación de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano. En su trayectoria profesional, ha ejercido como Educadora de Párvulos y Profesora de aula en el Sistema Escolar Nacional, destacando su labor en establecimientos en condición de vulnerabilidad. Fue Coordinadora Nacional de Educación Preescolar en el Ministerio de Educación, donde uno de sus logros más notables fue la creación de un plan de estudios nacional para la educación de niños y niñas desde el nacimiento hasta los 6 años de edad. También, ha realizado labores de consulta para organizaciones internacionales como la UNICEF, UNESCO y BID, en temas de educación de primera infancia. Fue la primera Educadora de Párvulos en recibir el Premio Nacional de Ciencias en la Educación de Chile.