Tras la importancia que ha cobrado la educación socioemocional, el Liceo Ciudad de Brasilia creó el proyecto “Educando las emociones”, con el objetivo de mejorar la convivencia y el autoconocimiento. Con esta exitosa iniciativa postularon a la Red de Escuelas Líderes y fueron seleccionados para unirse a esta red innovadora.
La educación socioemocional ha sido una de las prioridades para muchos establecimientos tras la pandemia, pues en ese periodo se evidenció que la salud mental y emocional son claves para un buen aprendizaje.
Eso advirtieron en el Liceo Ciudad de Brasilia de Pudahuel, donde decidieron crear el Departamento Socioemocional con la participación de la profesora de Lenguaje y coach profesional con formación en Neurociencia, Tiare Araya; la psicóloga, Jocelyn Navarro; la trabajadora social, Francisca Tapia; y la encargada de convivencia escolar, Hassel Corvalán.
El liceo, ubicado en el sector rural de El Noviciado, es un establecimiento rodeado de árboles, lo cual, menciona el director Erick Caballeri, es un privilegio ya que “es un espacio más vivo, que influye en el bienestar de la comunidad”.
Dentro de este espacio vivo, ha sido posible promover la educación socioemocional de forma colaborativa, reflexiva y transversal en el quehacer de la comunidad educativa, gracias al Departamento Socioemocional, que se convirtió en un pilar sólido para trabajar la convivencia. "La iniciativa ha permitido avanzar en el proceso de conciencia emocional, donde las y los estudiantes las identifican, verbalizan y utilizan diversas herramientas para gestionarlas, impactando positivamente en las interacciones y cultura de la comunidad”, explica el director del liceo.
Previamente, para dar inicio al apoyo socioemocional hacia sus estudiantes, hubo un proceso de capacitación para docentes, directivos y asistentes de la educación, con la finalidad de potenciar herramientas que permitieran un buen acompañamiento. Posterior a esa experiencia, que se llevó a cabo en 2020, a inicios de 2021 se comenzó a dar forma a este proyecto desde el trabajo en línea, con una educadora y docentes representantes de cada ciclo, con el liderazgo de Tiare Araya.
Creo que no solo tenemos que pensar en cómo dar orientación, sino también en cómo en las distintas asignaturas podemos trabajar el desarrollo socioemocional de manera transversal. Si bien es un paso mayor, lo podemos ejecutar, pensando también en el desarrollo de liderazgo y la resolución de conflictos. Este trabajo es como un árbol, donde ya tenemos el tronco y ahora debemos extender las ramas.
Tiare relata cuál es el proceso que se está llevando a cabo en este ámbito: “Me gusta mucho el espacio que el liceo le está dando al sentir. Si un estudiante está desbordado en una clase, hacemos énfasis en que no se puede pasar por alto, se le debe entregar el espacio para expresarse. Desde el Departamento Socioemocional acogemos y ayudamos a trabajar en su conflicto y así esté en condiciones adecuadas para volver al aula”.
Durante estos años los avances han sido paulatinos, pero muy notorios en el estudiantado. Hace tiempo atrás, muchos niños, niñas y jóvenes carecían de las herramientas para reconocer y verbalizar lo que les sucedía. La profesora indica que hoy, son capaces de mencionar lo que sienten: “tengo rabia”, “siento pena”, “estoy enojado”.
Este nuevo panorama da pie para seguir avanzando, comenzar con la gestión emocional y continuar en el camino para una convivencia escolar saludable y la formación de personas más asertivas emocionalmente, señala Tiare.
¿Y qué evidencias tienen de que esta iniciativa surte efectos positivos? Dentro de la evaluación socioemocional del Diagnóstico Integral de Aprendizajes (DIA), las y los estudiantes del liceo han manifestado que el establecimiento les está entregando las herramientas necesarias para enfrentar estos desafíos, lo que demuestra que existe un impacto positivo.
Para mí, la gestión emocional es muy importante de abordar y cuando se me planteó esta oportunidad, sentí que debía hacerse con la mayor responsabilidad posible. Actualmente, estamos en el primer peldaño de la inteligencia emocional, que es aprender a verbalizar para luego aprender a gestionar las emociones. Ahora existe un diálogo mucho más rico que cuando comenzamos este proyecto.
Producto de este gran trabajo de la comunidad del Liceo Ciudad de Brasilia, es que ahora forman parte de la Red de Escuelas Líderes, donde podrán compartir su iniciativa, prácticas y resultados para inspirar a otros centros educativos.
